lunes, 1 de febrero de 2010

¿ TEOLOGIA VISCERAL ?

Siempre me he preguntado, si la teología "visceral" entraría en alguna de las clasificaciones de la teología que gestiona la teología oficial, sin duda no. Si ni siquiera, tienen en cuenta la teología feminista, mucho menos, esta. Os preguntaréis qué teología es esta, pues bien, siempre he pensado, que las mujeres hacemos teología en nuestra vida diaria, en nuestros compromisos, en nuestras luchas, y que esa teología está encarnada en nuestros cuerpos, forma parte de nuestro ser. Pero además a mi me ocurre, que cuando la vida, los acontecimientos, me tocan las entrañas, entonces mi teología además de ser feminista, es visceral, porque pone "todo" en juego.
Creo que mi teología es feminista y visceral, porque son mis entrañas las que me hablan de la impotencia ante las injusticias, son ellas las que me indican, como un radar que hay cosas que no pueden ser así.
Por eso, me arden las entrañas ante la insistencia del gobierno valenciano de destruir el Cabanyal, ante las manifestaciones públicas de la jerarquía eclesial, ante el panorama de la educación en esta mi querida tierra, y ante tantas cosas que cada día invaden nuestras vidas.
Esta manera de estar, cuando se te remueven las tripas, sientes presión en el estómago, y tu corazón bombea más aceleradamente, sin duda, no son bien vistas, se juzgan como si fueras una histérica, que no tienes control, pero para mi son una señal de que estoy viva.
Y bueno, al final, en esta luna llena maravillosa que brilla en Valencia, y que me activa, como buena bruja, simplemente digo con Alaska: “yo soy así, así seguiré, y nunca cambiaré, a quien le importa lo que yo diga, a quien le importa lo que yo haga,….”. Por que lo importante, sin duda, es SER UNA MISMA.